Los investigadores chinos han encontrado que la energía química liberada instantáneamente por actividades de la corteza como los terremotos puede servir como un «combustible alternativo» a la luz solar para los microorganismos subterráneos.
Este último hallazgo revela una importante fuente de energía para los ecosistemas de la tierra profunda y también ayuda en la búsqueda de una posible vida subterránea en planetas como Marte y Europa.
El estudio, dirigido por investigadores del Instituto de Geoquímica Guangzhou, Academia de Ciencias de China, fue publicado recientemente en la revista Avances científicos.
En las profundidades oscuras más allá de la vista humana, el 95 por ciento de los organismos procariotas de la Tierra residen, lo que representa aproximadamente el 19 por ciento de la biomasa total en la Tierra. Estas formas de vida no pueden obtener la materia orgánica sintetizada a través de la fotosíntesis, y cómo obtienen energía ha sido durante mucho tiempo un misterio en la comunidad científica, según los investigadores.
Después de realizar simulaciones de actividades de fallas varios kilómetros bajo tierra, el equipo descubrió que cuando las rocas se fracturan y crean superficies frescas, los enlaces químicos recién rotos entran en contacto inmediato con el agua. Esta interacción genera una cantidad sustancial de peróxido de hidrógeno e hidrógeno. Esto conduce a los ciclos de oxidación y reducción del hierro, liberando continuamente electrones en el proceso.
Estos electrones fluyen aún más entre elementos esenciales para la vida, como el carbono, el azufre y el nitrógeno, formando una «rejilla de energía subterránea» invisible que proporciona energía fácilmente disponible para microorganismos, dijo el equipo.
Según el estudio, los investigadores dijeron que en futuras misiones para detectar la vida extraterrestre, es esencial prestar especial atención a la búsqueda de sustancias oxidadas y reducidas cerca de las zonas de falla, lo que podría ser condiciones cruciales para la existencia de la vida.