En pleno verano, los turistas acuden en masa a la zona escénica de Shapotou, en Zhongwei, Ningxia (noroeste de China), para practicar uno de los deportes más emocionantes del desierto chino: el sandboard. Situado en el extremo sureste del desierto de Tengger, la luz del sol baña las dunas doradas mientras largas estelas de arena trazan el emocionante descenso de los pilotos por pendientes de más de 80 metros de altura, convirtiendo el tranquilo desierto en un patio de recreo de velocidad y emoción.
Shapotou no sólo es famosa por tener la pista natural de sandboard más larga de China, de casi 200 metros, sino también por su pronunciada pendiente, que proporciona un subidón inolvidable. Gracias a sus características geológicas únicas, deslizarse por las dunas produce incluso un sonido profundo y resonante.
Más allá de sus experiencias de sandboarding, Shapotou muestra una rara confluencia de paisajes naturales, donde un desierto, un río, montañas y un oasis se encuentran en un mismo lugar. Conocida como la «Base Nacional de Turismo del Desierto», Shapotou ofrece actividades como paseos en camello, todoterreno por el desierto, acampada en el desierto, observación de estrellas y descenso del río Amarillo en balsas tradicionales de piel de oveja. La zona se ha hecho especialmente popular entre familias y aventureros.
Para facilitar el ascenso, la zona escénica está equipada con escaleras mecánicas y teleféricos del desierto. Shapotou, designado primer complejo desértico de China a nivel nacional, sigue atrayendo a turistas de todo el país y de fuera de él. Al combinar la cultura del río Amarillo con el turismo del desierto, la región se ha convertido en un modelo para los viajes de ocio, ofreciendo a los visitantes la oportunidad de experimentar algunos de los paisajes más espectaculares de China.
