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Cultura de té asado de China reconocido por la UNESCO

Una vista de la montaña Jingmai al amanecer, la ciudad de Pu’er, la provincia de Yunnan del suroeste de China. /CGTN
Una vista de la montaña Jingmai al amanecer, la ciudad de Pu’er, la provincia de Yunnan del suroeste de China. /CGTN
Una vista de la montaña Jingmai al amanecer, la ciudad de Pu’er, la provincia de Yunnan del suroeste de China. /CGTN
Una vista de la montaña Jingmai al amanecer, la ciudad de Pu’er, la provincia de Yunnan del suroeste de China. /CGTN
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Una vista de la montaña Jingmai al amanecer, la ciudad de Pu’er, la provincia de Yunnan del suroeste de China. /CGTN
Una vista de la montaña Jingmai al amanecer, la ciudad de Pu’er, la provincia de Yunnan del suroeste de China. /CGTN
Una vista de la montaña Jingmai al amanecer, la ciudad de Pu’er, la provincia de Yunnan del suroeste de China. /CGTN
Una vista de la montaña Jingmai al amanecer, la ciudad de Pu’er, la provincia de Yunnan del suroeste de China. /CGTN

El paisaje cultural de los viejos bosques de té de la montaña Jingmai en la ciudad de Pu’er, ubicado en el suroeste de la provincia de Yunnan de China, es el primer sitio del Patrimonio Mundial de la Cultura del Té del mundo. Para el pueblo Blang, un grupo étnico nativo de la región, el té se prepara de una manera tradicional única conocida como «té asado». El carbón y las hojas de té se colocan juntas en un cucharón de calabaza y se agitan. Luego se retira el carbón y las hojas se transfieren a una olla de arcilla para hervir. Este proceso no solo imparte un sabor y aroma únicos, sino que también se cree que resalta los beneficios para la salud del té. El té asado también tiene importancia cultural, la primera copa siempre se ofrece al antepasado del té de Blang People, Pa Aileng, en agradecimiento por transmitir el legado de cultivar árboles de té a las generaciones futuras.