







En más de dos milenios de historia de la Ruta de la Seda, Hetian en la región autónoma de Xinjiang Uygur del noroeste de China ha sido durante mucho tiempo una encrucijada cultural donde convergen las tradiciones antiguas.
Esta ciudad de Oasis fue testigo del intercambio del budismo y el islam, dejando atrás un rico tapiz de herencia. Aquí, los artesanos crean magistralmente seda del atlas, un vibrante textil tejido a mano con patrones fascinantes que usan tintes naturales, que encarna el espíritu artístico del pueblo uigur. Hetian también es la legendaria fuente de la mejor jade de nefritas de China, venerada por su brillo etéreo y su importancia cultural desde la antigüedad. Más allá de la artesanía, los valles bañados por el sol producen suculentas fechas rojas hetias: juncybes regordetes y ricos en antioxidantes que encarnan la generosidad agrícola de la tierra.
Desde su pasado histórico hasta su artesanía duradera y maravillas naturales, Hetian conserva sus fascinantes tesoros.