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Razor: un enfoque sostenible para la minería alimentada por la energía de las flores

Cada año, el mundo minas por miles de millones de tonos de metales. Y la forma en que lo hacemos a menudo tiene un gran costo para el medio ambiente. El níquel es un metal en una gran demanda como un componente vital de las baterías de vehículos eléctricos.

Una solución está floreciendo en un rincón inesperado del mundo en forma de una planta muy especial llamada Odontarrhena Chalcidica. Esta especie hiperacumuladora prospera solo en suelos ultramáficos ricos en níquel, que cubren alrededor del 11 por ciento de Albania. Estos suelos son normalmente tóxicos y no aptos para la agricultura, pero las plantas han evolucionado para elaborar metales como el níquel a través de sus raíces y almacenarlas en sus hojas y tallos. Una vez cosechado, las plantas se queman y el níquel se extrae de sus cenizas.

El proceso, conocido como fitominización o agrominización, es mucho más eficiente y mucho menos intensivo en la energía que la minería tradicional. También ofrece un segundo beneficio: limpiar y restaurar suelos contaminados, haciéndolos viables para la futura agricultura.

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Reya El-Salahi de Razor se encuentra con el profesor Aida Bani en la Universidad Agrícola de Tirana. Ella ha dedicado más de una década a investigar estos hiperacumuladores, analizando su capacidad para absorber metales y estudiar cómo podrían ayudar tanto a la industria como al medio ambiente.

En el norte de Albania, la planta de metal de arranque está ampliando la fitominación. Están cultivando siete hectáreas de campos de hiperacumuladores en Tropoja, con el objetivo de «cultivar metal» en lugar de salir del suelo. Para ir aún más allá, están utilizando un proceso llamado mejor meteorización de roca. Al aplastar la roca olivina y extenderla por sus campos, no solo aumentan la absorción de níquel en las plantas, sino que también capturan el CO₂ a medida que la roca reacciona naturalmente con el agua de lluvia, bloqueándola como carbonatos estables.

Esta combinación pionera de fitominación y eliminación de carbono podría hacer que la producción de níquel no solo sea más limpia, sino negativa de carbono. Si tiene éxito, puede colocar a Albania a la vanguardia de un nuevo enfoque más verde para la minería, donde las flores mantienen la clave para alimentar el futuro eléctrico del mundo.