Un informe histórico sobre la prevención y el control mundial del cáncer de hígado, dirigido por expertos chinos y recientemente publicado en Lancet, presenta una nueva hoja de ruta internacional para abordar una creciente carga de salud global.
El informe, titulado «La Comisión de Lancet para abordar la carga mundial de carcinoma hepatocelular: estrategias integrales de la prevención al tratamiento», se publicó el 28 de julio, Día Mundial de la Hepatitis.
Por primera vez en más de 200 años, Lancet ha publicado una investigación de salud global dirigida por expertos chinos. El estudio también incluyó contribuciones de 51 especialistas en países y regiones como Japón, la República de Corea, Estados Unidos y España, entre otros.
La Comisión Lancet fue copresidida por Fan Jia, un académico de la Academia de Ciencias de China. Hablando en una conferencia de prensa en el Hospital Zhongshan afiliado a la Universidad de Fudan en Shanghai, Fan enfatizó que, a diferencia de las revisiones estándar o los artículos de investigación, el informe se centra en estrategias de salud pública implementables.
El cáncer de hígado, a menudo conocido como un asesino silencioso debido a su larga latencia y sutiles síntomas tempranos, plantea un gran desafío para los sistemas de salud pública global. El informe publicado revisa sistemáticamente las prácticas globales, incluida la experiencia de China, y cubre temas como epidemiología, control de factores de riesgo, diagnóstico temprano, patología, imágenes, estrategias de tratamiento y ética médica.
Un hallazgo clave es el patrón de cambio en la etiología del cáncer de hígado. Si bien la hepatitis B y C siguen siendo los factores de riesgo dominantes, los casos vinculados a la enfermedad hepática esteatótica asociada a la disfunción metabólica (MASLD) y el consumo de alcohol están en aumento. Los hábitos de estilo de vida poco saludables, como las dietas de azúcar alta y los estilos de vida que conducen a la obesidad, también están remodelando el panorama mundial del cáncer de hígado.
A pesar de estos desafíos, el informe estima que aproximadamente el 60 por ciento de los casos de cáncer de hígado se pueden prevenir. «China ha acumulado una valiosa experiencia en prevención y control», dijo Zhou Jian, presidente del Hospital Zhongshan. «Desde la vacunación de la hepatitis B y la detección temprana hasta las mejoras en la atención clínica, nuestros esfuerzos muestran que el cáncer de hígado puede manejarse como otras enfermedades crónicas como la hipertensión o la diabetes».
Para reducir nuevos casos y muertes, el informe propone una estrategia de tres niveles.
Primero, los esfuerzos de prevención deberían centrarse en expandir la vacunación de la hepatitis B, promover el tratamiento antiviral para la hepatitis B y C, y mejorar la conciencia pública sobre los riesgos de dietas y alcohol poco saludables.
En segundo lugar, la detección de fibrosis hepática debe integrarse en las controles de salud para grupos de alto riesgo, como personas con diabetes u obesidad, y debe haber una adopción más amplia de pruebas no invasivas para mejorar la accesibilidad.
En tercer lugar, los sistemas de tratamiento deben fortalecerse mejorando el acceso a las drogas, reduciendo las disparidades regionales e incorporando cuidados paliativos al comienzo del tratamiento.
Según el informe, el cáncer de hígado representa un estimado de 870,000 casos de cáncer nuevos y 760,000 muertes a nivel mundial cada año. Si no se toman medidas de prevención efectivas, se proyecta que la carga global aumente significativamente, con nuevos casos y muertes que se espera que alcancen 1.52 millones y 1.37 millones para 2050.
El modelado sugiere que es necesario lograr una reducción anual promedio de al menos el 2 por ciento en las tasas de incidencia estandarizadas por edad para revertir esta tendencia, lo que potencialmente evita 8,8 millones de casos nuevos y 7,7 millones de muertes en los próximos 25 años.