
Los chimpancés consumen el equivalente a al menos una bebida alcohólica por día mientras comen fruta madura y fermentada, según un estudio publicado el miércoles que aborda una posible razón por la que los humanos se sienten atraídos por el alcohol.
El estudio, realizado en las zonas salvajes de África donde viven los animales, respalda la teoría de que las personas pueden haber heredado de los primates el gusto por el alcohol y la capacidad de metabolizarlo, aunque sea tóxico para nosotros.
Los investigadores recolectaron frutas que comen los chimpancés y midieron su contenido de etanol, que se produce como fermentos de azúcar. Concluyeron que estos primos evolutivos nuestros consumen alcohol a diario.
Y no sólo un poco. Debido a la gran cantidad de fruta que comen los chimpancés, los investigadores calculan que los animales ingieren unos 14 gramos de alcohol al día.
Al corregir el tamaño del cuerpo, es como si los chimpancés bebieran medio litro de cerveza al día, explicó a la AFP Aleksey Maro, autor principal del estudio publicado en la revista Science Advances.
«No es una cantidad insignificante de alcohol, sino muy diluido y más asociado a la comida», afirma el candidato a doctorado de la Universidad de California, Berkeley.
La teoría del ‘mono borracho’
«Hemos visto por primera vez que, de hecho, nuestros parientes vivos más cercanos consumen diariamente dosis fisiológicamente relevantes de alcohol de forma rutinaria», dijo Maro.
Esto está en consonancia con la «teoría del mono borracho» propugnada hace más de una década por el biólogo estadounidense Robert Dudley, coautor del nuevo estudio.
Según la teoría, el hecho de que a los humanos les guste el alcohol y puedan metabolizarlo se debe a que nuestros ancestros primates lo ingerían diariamente a través de la fruta que comen.
«La hipótesis del mono borracho se está convirtiendo cada vez más en una realidad», afirma Maro. «Su nombre es desafortunado. Un mejor nombre sería resaca evolutiva».
Inicialmente, la teoría fue recibida con escepticismo entre los expertos. Pero ha ganado fuerza en los últimos años a medida que los estudios demostraron que algunos primates comen frutas fermentadas y, si pueden elegir entre néctares con diferentes cantidades de alcohol, prefieren el más borracho.
Nathaniel Dominy, profesor de antropología y biología evolutiva en Dartmouth College, que no participó en este estudio, lo acogió con entusiasmo.
«El periódico es una hazaña», afirmó a la AFP.
Dominy también dijo que esto «pone fin al debate sobre la prevalencia del etanol en las frutas tropicales».
Pero añadió que el estudio plantea nuevas preguntas sobre las consecuencias biológicas y conductuales de la exposición crónica a bajos niveles de etanol en primates no humanos.
Otra pregunta sin respuesta es si los chimpancés buscan activamente fruta borracha o simplemente la comen cuando la encuentran. Los investigadores de este estudio dijeron que no lo sabían.
La cuestión de la ingesta de alcohol por parte de los chimpancés seguirá siendo objeto de estudio para conocer más sobre los orígenes del consumo de alcohol en humanos y evaluar sus riesgos y posibles beneficios, según Maro.
«Podemos aprender sobre nosotros mismos a través de los chimpancés», afirmó.
